A pesar de que cada vez se promueve más el aceptarnos como somos, la alimentación sana y lo natural, el ser humano está obsesionado con envejecer. Cirugías, vitaminas, tratamientos estéticos... Pero se deja de lado lo más importante, nuestros órganos internos. Si ellos envejecen y se deterioran, de nada servirá que el exterior se vea bien. Los antioxidantes están presentes en las frutas y verduras y son esenciales para retrasar dicho envejecimiento.