¿Alguna vez has experimentado terror hacia un muñeco? ¿Por qué? Tal vez sea porque nos sentimos observados por esa figura humanoide inanimada que, de pronto, podría moverse por si sola. ¿Quién no se ha espantado con la muñeca de porcelana de su abuela o los muñecos que usan los ventrílocuos? Acompáñanos esta noche donde platicaremos de este horror, sus causas, algunos casos reales, otros no tanto y, por supuesto, de su paso por el cine.