Durante la Semana Trágica, el carbonero Ramón Clemente, que era tonto polifacético, bailó con la momia de una monja jerónima. Las autoridades le pagaron la performance con una condena a muerte sin atender a su tontería.
Durante la Semana Trágica, el carbonero Ramón Clemente, que era tonto polifacético, bailó con la momia de una monja jerónima. Las autoridades le pagaron la performance con una condena a muerte sin atender a su tontería.