De padre cocinero y abuelo panadero, con la parte gastronómica, por todo esto, muy a flor de piel, el chef Ramón Freixa, que de niño quiso ser cantante, habla de su ‘vocación, devoción y gusto’ por la cocina. Arrancó trabajando con sus padres y se formó como chef y director de hotel hasta que dio el salto a Madrid con un proyecto propio. Una entrevista de Sergio F. Núñez.