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Los defensores de los derechos humanos en el mundo manifestaron su desolación ante la muerte del disidente Liu Xiaobo ocurrida el pasado jueves 13 de julio en un hospital en China.

Él era una de las voces más importantes en favor de la democracia en el políticamente represivo gigante asiático.

En 1989 Liu Xiaobo participó en las manifestaciones estudiantiles en la Plaza Tiananmen que fue sofocada por los tanques del ejército chino y acabó en una masacre.

Liu Xiaobo fue premiado en 2010 con el Nobel de la Paz por su trabajo en favor de cambios políticos en China.

Su fallecimiento, del que muchos voces culpan al gobierno chino, causó reacciones entre la comunidad china en Canadá.

Cheuk Kwan, responsable de la Asociación en Toronto para la democracia en China, dijo que Liu Xiaobo era una gran persona que hizo grandes cosas por China.

La semana pasada Kwan le solicitó al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, que pida al gobierno chino la liberación de Liu Xiaobo y de su esposa.

Activistas en favor de la democracia lamentan la muerte del Premio Nobel de la Paz chino, Liu Xiaobo, ante la Oficina de Enlace de China en Hong Kong, China, 13 de julio de 2017. © Bobby Yip

Este viernes la comunidad china en Toronto participó en una vigilia frente a la representación consular china en homenaje al fallecido disidente.

La Asociación en Toronto para la democracia en China fue creada en mayo de 1989, en momentos en que la juventud china participaba en grandes movilizaciones en la Plaza Tiananmen pidiendo reformas democráticas en China. La respuesta de las autoridades en Beijing fue abrir fuego contra los manifestantes.

En aquel momento, Liu Xiaobo era uno de los manifestantes en la Plaza Tiananmen. Fue en ese entonces que fue encarcelado por primera vez.

Con el paso del tiempo, Xiaobo fue encarcelado en otras tres ocasiones por su trabajo de promoción de los derechos humanos y la democracia.

La Masacre de la Plaza Tiananmen, 1989. © Archivos

En 2010, las autoridades chinas no le permitieron salir de la cárcel para recibir el Premio Nobel de la Paz que le fue otorgado en reconocimiento a su trabajo. Beijing tampoco le permitió salir del país para recibir tratamiento médico para luchar contra un cáncer terminal de hígado que padecía.

Para muchos, el gobierno chino es en parte responsable de su muerte, ya que estando enfermo, sufrió malos tratos en la cárcel.

Para Patrick Poon, investigador sobre la situación en China de Amnistía Internacional, el encarcelamiento de Liu Xiaobo era absolutamente injusto.

Las reacciones ante la muerte de Liu Xiaobo se han originado en todas las regiones del mundo, incluyendo el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y el propio Gobierno canadiense.

Otra voz disidente, la del artista Wei Wei, dijo que esta muerte tendrá consecuencias para el futuro de China.

Por su lado, el gobierno de China rechazó toda crítica ante la muerte de Xiaobo, indicando que llevó a cabo todos los esfuerzos necesarios para dar atención médica al fallecido disidente.

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