Uno de los éxitos más pegadizos y, francamente, más controvertidos en Estados Unidos de mediados de los 2000 fue "My Humps" de The Black Eyed Peas, lanzada como cuarto sencillo de su cuarto álbum de estudio, Monkey Business en 2005.

'Speed of Sound' fue el sencillo con el que se lanzó el tercer álbum de estudio de Coldplay, titulado X&Y. La inspiración del tema vino de una canción mítica.

"Wake Me Up When September Ends" pertenece al séptimo álbum de estudio de la banda, la aclamada ópera-punk 'American Idiot' que resucitó a la banda en las listas de éxitos.

Muchas de las canciones que conocemos tiene como punto de partida la nostalgia o el echar de menos a la pareja, aunque también algunas veces este sentimiento se extiende a otras personas, como las madres.

Con la ambición de salir a ver mundo desde su pequeña ciudad, John Newman comenzó a tocar la guitarra y a componer con solo 14 años.

Como medida para combatir el TDAH con el que diagnosticaron a Lola Young en su infancia, su madre la impuso tocar el piano, la guitarra y cantar desde que tenía 6 años.

Decidida a dar el salto al mundo de la música, Natasha Bedingfield recuperó una canción que había compuesto para su hermano menor cuando este cumplió 14 años.

La carrera de Robbie Williams arrancó antes de que el mismo lo supiese, en concreto cuando su madre decidió en su nombre responder a un anuncio en una revista de música en la que solicitan un chico para completar una banda.

Muchos de los éxitos que conocemos han estado a punto de ver la luz porque en el proceso de grabación a la banda o solista en cuestión no le convencía el tema. Uno de ellos fue "Talk", de Coldplay.

Antes de poder vivir de la música y como muestra de su espíritu solidario, el líder de The Fray, Isaac Slade, se especializó en ayudar a jóvenes con problemas.