Nuestro mundo actual, marcado gravemente por la ruptura de las relaciones familiares, el crimen organizado y la impunidad, representa una gran preocupación para todos los que anhelamos educar de manera adecuada a nuestros hijos. Nuestros hijos necesitan aprender lo que significa vivir en paz, sentirse acompañados, comprendidos y felices. El tiempo que les dediquemos será directamente proporcional al aprendizaje de los valores humanos que los definan en su vida; es en la convivencia familiar donde todos los acontecimientos son una oportunidad para mostrarles cómo celebrar un suceso, cómo vivir una pena, cómo perdonar al que te ofende, cómo jugar sin trampas divirtiéndose sanamente y cómo vibrar cada día al entregarte con amor a la misión de la paternidad.