Vivir sin ganas es el reflejo global de la apatía y desmotivación por lo que esperamos del presente y futuro. Levantarnos, cada día, en este estado, puede convertirse en un suplicio, y se necesita un esfuerzo extra para realizar actividades cotidianas e incluso cosas que se disfrutaba realizar. Recuperar las ganas de vivir es un camino difícil, pero se puede lograr. Queremos conocer tu experiencia hoy en Diálogos SaberVivir . #DiálogosSaberVivir #OnceDigital