A veces en vez de buscar la voluntad de Dios, para ir tras ella, pretendemos decirle a Dios nuestros sueños y planes, y así oramos, tomando nosotros las decisiones sin contar con Dios, pero tratando que Dios nos bendiga, que bendiga lo que nosotros, por nuestra propia cuenta hemos decidido. Así nos alienta Santiago cuando nos dice que pedimos y no recibimos, porque pedimos mal, pensando en nuestros deleites. Debemos de buscar, orar y procurar la Gloria de Dios, siguiendo el perfecto ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, y someternos a Su Perfecta Voluntad. Así orad, así haced.