La vida gira, se repliega y se expande como una espiral. Y en cada giro, nos da la oportunidad de reinventarnos, de sanar, de descubrirnos una vez más. No es fácil, pero si aprendemos a ver más allá de la incertidumbre, comprenderemos que cada vuelta, en realidad, es un regreso a nosotros mismos.
Así que la próxima vez que la vida te sorprenda con un giro inesperado, en lugar de resistirte, pregúntate: ¿Qué me está enseñando? ¿Qué me invita a dejar atrás? ¿A qué nueva versión de mí mismo me está llevando?