Los gaki son, según la tradición budista, espíritus atormentados por un hambre y sed insaciables provocados por sus pecados, generalmente codicia, gula o lujuria. Su aspecto es el de una criatura humanoide con extremidades cortas y delgadas, abdomen abultado y cuello estrecho y largo con el que difícilmente pueden tragar. Sus bocas son pequeñas y sus ojos hinchados y fuera de sus órbitas, carecen de labios y párpados lo que les otorga un aspecto aterrador.