En diciembre de 1984, un grupo de belugas, fueron detectadas en peligro. Se encontraban aprisionadas en pequeños estanques. En plena Guerra Fría y con la efervescencia de los movimientos ecologistas, EE.UU y la U.R.S.S, colaboraron junto a los gobiernos de Canadá y Japón, para salvar a las BELUGAS, y ganarse la simpatía de los "VERDES". Esto fue lo que, tal vez, le permitió a las BELUGAS sobrevivir.