Más de 80 años después de la incursión del 1 de agosto de 1943 en las refinerías de petróleo de Ploiești, la misión sigue cautivando la imaginación de los historiadores militares y del público en general. ¿Cómo no iba a ser así? Las tripulaciones aéreas estadounidenses llevaron a cabo un audaz y peligroso ataque a baja altura con aviones Consolidated B-24 sobre uno de los objetivos estratégicos más fortificados e importantes del continente europeo.
Los Aliados obtuvieron escasos beneficios de la incursión. Las pérdidas de material y personal de combate estadounidenses retrasaron las operaciones aéreas y terrestres de los Aliados tanto en el teatro de operaciones europeo como en el mediterráneo en 1943. En ese contexto, la incursión debe recordarse como un desastre absoluto.