Empecemos con el versículo para memorizar durante la semana, que está en salmo 119:11 y dice. “En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.” El significado es internalizar la palabra de Dios en el corazón y la mente. Abrazar la palabra de Dios dentro de nosotros. Los reformadores protestantes tenían algo que el siglo XXI necesita desesperadamente: un propósito para su vida. Hoy en día es común encontrar personas sin un propósito en la vida. Sus creencias son superficiales, pocas cosas les importan y no tienen nada por lo que merezca la pena morir o vivir.

Por eso no hay nada por lo que valga la pena vivir. Pero los hombres, las mujeres y los niños de la Reforma protestante eran radicalmente diferentes. Tenían un propósito permanente por el que valía la pena vivir. 

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