Resistir al diablo es un mandamiento. Compete a todo hijo de Dios impedirle que actúe, exigirle que salga y prohibirle que lo tiente de nuevo. Así como el Señor Jesús hizo con el diablo en el desierto. El plan del Señor es perfecto. Si Él nos dice que somos nosotros los que tenemos que resistir al diablo, podemos estar seguros que ya tenemos el arma para el combate. Ella es la Palabra de Dios.

Dios no reprocha su deseo de crecer, de sobresalir, de ser mayor de lo que eres en este momento. Lo que hace el Señor es enseñarnos el camino para una vida de grandezas. Aprende en este mensaje elementos que van a establecer grandes proyectos en tu vida.

¿Qué debemos hacer cuando el diablo nos ataca? Es uno de los tópicos de esta lección. Es necesario saber que ninguna acción del diablo debe tolerarse. Nuestra redención es un hecho verdadero y glorioso.

Cada Lunes una palabra para fortalecer su semana. En el recado de hoy, conozca la esperanza bíblica.

Entienda el potencial que Dios ha depositado en su interior

Orar de forma correcta es lo que hará a la oración ser victoriosa. Orar por orar no produce ningún resultado. Solamente se debe orar para tener éxito.Esta lección es sobre la fórmula de la oración, la oración que se debe hacer para revertir una situación considerada sin solución.

Continuamos con nuestra serie de Crecimiento, hoy el Rev Nascimento nos ministrara sobre la importancia de las relaciones en el proceso de nuestro crecimiento, y nos ministrara sobre la manera de lidiar con personas difíciles.

Antes de partir, el Señor Jesús reunió a Sus discípulos y les ordenó que continuaran Su obra. Por eso, Él les dio la facultad de usar Su Nombre parahacer lo mismo que Él hacía. ¡Le damos gracias a Dios por eso! Aprenda en esta lección que el Nombre de Jesús es nuestra suprema autoridad. Pase a ser un vencedor, entendiendo como usar este Nombre y sepa por qué fracasan algunos.

En el mundo jurídico, con frecuencia se oye el siguiente dicho: “La ley no ayuda al que duerme”. Puedo afi rmar que en la vida espiritual ocurre lo mismo. Si usted no conoce sus derechos en Cristo, o si los conoce, pero no los reivindica, no será ayudado, aunque sea considerado por mucha gente un cristiano ejemplar.