Desde muy pequeños, los niños y las niñas aprenden a identificar lo es habitual en su entorno. Innatamente, lo habitual pasa a ser considerado lo normal. Con el peligro de que esa norma sea en realidad un estereotipo. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, más conocido como UNICEF, tiene una guía para una crianza libre de estereotipos, en la que señala que los estereotipos más arraigados, que son los familiares y de género, se basan en normas sociales y culturales, no en factores biológicos. Hablamos con María Baíllo sobre cómo educar en igualdad para romper los estereoptipos desde la infancia y crear, entre todos, una sociedad mejor.