en mi crónica dominical  esta semana hablaremos de miel de abeja. Pero desde un ángulo particular: el robo de colmenas, porque aunque no lo crean, pasa también aquí por estos lares y hasta en las mejores familias. Bueno bien, sucede que los productores apícola Miels d’Anicet, tuvieron la desagradable sorpresa esta semana de descubrir que fueron víctimas del robo de unas 30 colmenas de abejas.

ESCUCHE

https://www.rcinet.ca/es/wp-content/uploads/sites/4/2016/06/Chronique1.mp3

Anicet es el nombre de uno de los propietarios de Miels d’Anicet. La pasión por el oficio de la apicultura le viene de sus padres, cuando Marie-Claude Dupuis y Claude Desrochers, compraron la primera colmena en 1978.  Anicet y su compañera Anne-Virginie compraron en 1998 una segunda finca de producción de miel. La idea era de especializarse en la cría de reinas y comercializar las Miels d’Anicet.

Más tarde Anicet se asoció con Anne-Virginie Schmidt. Apasionados locos de la miel que consideran el oficio de apicultor como una perfecta mezcla de entomología, biología y botánica. Ellos crian abejas destinadas a la producción de abejas reinas, lo cual implica un trabajo considerable en términos genéticos.

Pero como decíamos al principio, el lunes de esta semana se llevaron la sorpresa de ver que habían sido víctimas de un robo por lo menos inusitado. Cada colmena está evaluada en alrededor de $ 25.000 dólares. Pero no se trata solo de la pérdida de las colmenas como tal, sino también de la pérdida del trabajo genético que habían hecho en los últimos años.

Es la tercera vez que un apicultor es víctima de este tipo de robo desde el otoño pasado. Hay que decir que no es fácil robar colmenas de abejas y se necesita cierto conocimiento técnico. Para poder robar colmenas hay que estar equipados, dice Anicet Desrochers. Se necesitan camiones, hombres, instrumentos técnicos, conocimientos, etc. No son profesionales pero conocen el mundo apícola.