Terminamos hoy en la serie Evangelios nuestra expedición en el libro de Mateo, capítulo 28. Y el tema escogido para esta reflexión es: “Cristo ya resucitó, ¡aleluya!” Hablamos de una cuestión fundamental para la fe cristiana y nuestra esperanza. Alguien, en una ocasión, declaró con propiedad: “Todo el drama lírico de la navidad, toda la tragedia del calvario, toda la epopeya de las misiones, serían verdades escarnecedoras del alma humana si no hubiera Cristo resucitado. La vida no tendría ningún sentido si todo acabara en la sepultura, ¿a que sí?