En chisme de comedor y conversaciones en los shows nocturnos, los ministerios cristianos son a menudo el blanco de burlas. A veces son injustamente atacados, pero a menudo merecen tales críticas. La pregunta es, ¿cómo podemos discernir con precisión la diferencia entre los ministerios fieles, y los que están gravemente viciados? Hoy, en Pensemos, Ravi Zacharias aborda esa pregunta sensible en la primera parte de su mensaje titulado 'Tres pruebas severas para un Ministerio Auténtico.'