Salmo 73 B
Tú con tu fuerza agitaste el Mar,
quebraste las cabezas del monstruo marino.
Tú aplastaste las cabezas de Leviatán,
las echaste como pasto a manadas de fieras.
Tú alumbraste manantiales y torrentes,
tú secaste ríos inagotables.
Tuyo es el día, tuya también la noche,
tú colocaste la luna y el sol.
Tú trazaste los límites del mundo,
el verano y el invierno tú los creaste.
Recuérdalo: el enemigo te afrenta, Señor,
y un pueblo insensato desprecia tu Nombre.
No entregues al depredador
la vida de tu tórtola,
no olvides para siempre la vida de tus pobres.