El rostro luminoso de Dios es mencionado en el pasaje del Evangelio en el que Jesús se presenta luminoso, con Moisés y Elías, delante de la presencia de tres des los apóstoles, lo que se llama la la transfiguración de Jesús. Este salmo es como una antesala de ese hecho. La mirada de Dios salva, es luz en tus caminos.
Hermosa la oración que nos propone el estribillo del salmo de hoy y que te sugiero como la jaculatoria: ¡Oh Dios, vuélvete hacia nosotros, ilumina tu rostro y sálvanos!
o esta otra traducción:
Oh Dios!, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
o también
No nos alejaremos de Ti
Hasta mañana, bendiciones.