Estamos hechos para tener relaciones personales ¿verdad? El libro de Éxodo contiene la historia de una relación en su primer estadio. Aquí las dos partes parecen estar empezando a conocerse mutuamente. Es fácil juzgar en ella al faraón e identificarlo desde el principio con el malo, el típico villano al que nos tiene habituados la narrativa y la cultura popular. Incluso en ciertos sectores de la teología, el faraón es una excusa perfecta para hablar de la tiranía y la justicia social. Eso nos priva claro de hacer una lectura diferente y de aprender una lección que quizás pueda haber pasado desapercibida. Es por eso que hoy voy a pediros que hagáis el esfuerzo de identificaros con la persona de esta historia que más os costaría y que es naturalmente el faraón. Tratad de entender desde el principio que este hombre no conoce a Dios y que lo que le piden estos desconocidos está fundamentado en un argumento que le es totalmente ajeno. ¿Quién es Jehová?, les pregunta para empezar. No es por lo tanto sorprendente que dude de la motivación de ellos. Hagamos ese ejercicio pero también sin dejar de prestar atención a que el texto mismo identifica otra mano, que actúa simultáneamente y en oposición a la que sería quizás natural en alguien al cargo de un imperio como el de Egipto. Las relaciones en este relato vemos que se producen en un conflicto de poderes humanos y divinos algunos de los cuales parecen pasar desapercibidos.

... Podcast de Jose de Segovia sobre Libro de Éxodo, Cap. 5 1ss