Pasamos la mayor parte de nuestra vida en diferentes tareas de nuestro trabajo. Ya sea preparándote en tu lugar de estudio, ya sea viajando a tu puesto de trabajo habitual o ya sea cuando estás dentro de tu casa, donde es cada vez más habitual que muchos encontremos una segunda oficina. La mayor parte de nuestro tiempo, en cualquier caso, lo hacemos alrededor de nuestras responsabilidades laborales. Hay actividades que hacemos por obligación, otras por placer y otras incluso por motivos enfrentados pero todos sentimos la necesidad de hacer alguna actividad. El tiempo que pasamos por ejemplo en el local de la iglesia es infinitamente más pequeño y sin duda sería una necedad si limitamos a ese tiempo nuestro conocimiento de Dios. Debemos entender por esa razón la necesidad de buscar el equilibrio entre el trabajo y el descanso. Muchas veces el trabajo y el descanso se tratan de forma independiente para evitar el previsible conflicto y, corremos el riesgo de hacer demasiado énfasis o bien en el uno o bien en el otro. Nosotros haremos hoy el esfuerzo de hablar de los dos al mismo tiempo: el trabajo y el descanso adquieren ambos su sentido cuando entendemos el contexto en el que hemos sido creados. ... Podcast de Jose de Segovia sobre Libro de Éxodo, Cap. 31 1-18