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Jesucristo, el Hijo de Dios, comenzó su ministerio predicando "El reino de los cielos se ha acercado" - Él entró en la historia como Rey - A David se le prometió la llegada de un rey, Daniel profetizó sobre la venida de un rey perpetuo, los magos llegaron preguntando ¿Dónde está el rey? - incluso, en su cruz había un letrero que decía "He aquí el rey..."
El es salvador, sí - redentor de pecadores, consuelo a los afligidos, intercesor a favor de los transgresores, perdonador de los infractores - pero primero, sobre todas las cosas, ÉL ES REY.
Una vez que se le reconoce como tal, como Señor y Soberano, como Dueño y Capitán, entonces podemos apelar a su generosidad y solidaridad pidiéndole que nos perdone y redima, que nos ampare y fortalezca - pero todas las bendiciones que podamos recibir de Cristo como REDENTOR, están condicionadas a que le rindamos primero alma, mente y corazón con humildad y devoción, reconociéndolo como REY y SEÑOR.
Todo aquel que no se rinda a Su SEÑORÍO, que desprecie Su AUTORIDAD y que se oponga a Su VOLUNTAD, será considerado enemigo de Su reino; rebelde y opositor a Su DOMINIO y por lo tanto, merecedor de todo castigo y furia - pues Cristo no bajó a suplicar caridad ni a solicitar colaboración - él vino a demandar sometimiento y rendición, a establecer Su reino de justicia y paz; y la oferta (extraordinaria oferta) de su reino es que los súbditos de su señorío son salvos por gracia - que quede bien claro; solo los SÚBDITOS del Rey serán SALVADOS por el Rey.
"Porque Cristo para esto murió, y resucitó, y volvió á vivir, para ser SEÑOR así de los muertos como de los que viven" (Romanos 14.9)
By samuel hernández clementeJesucristo, el Hijo de Dios, comenzó su ministerio predicando "El reino de los cielos se ha acercado" - Él entró en la historia como Rey - A David se le prometió la llegada de un rey, Daniel profetizó sobre la venida de un rey perpetuo, los magos llegaron preguntando ¿Dónde está el rey? - incluso, en su cruz había un letrero que decía "He aquí el rey..."
El es salvador, sí - redentor de pecadores, consuelo a los afligidos, intercesor a favor de los transgresores, perdonador de los infractores - pero primero, sobre todas las cosas, ÉL ES REY.
Una vez que se le reconoce como tal, como Señor y Soberano, como Dueño y Capitán, entonces podemos apelar a su generosidad y solidaridad pidiéndole que nos perdone y redima, que nos ampare y fortalezca - pero todas las bendiciones que podamos recibir de Cristo como REDENTOR, están condicionadas a que le rindamos primero alma, mente y corazón con humildad y devoción, reconociéndolo como REY y SEÑOR.
Todo aquel que no se rinda a Su SEÑORÍO, que desprecie Su AUTORIDAD y que se oponga a Su VOLUNTAD, será considerado enemigo de Su reino; rebelde y opositor a Su DOMINIO y por lo tanto, merecedor de todo castigo y furia - pues Cristo no bajó a suplicar caridad ni a solicitar colaboración - él vino a demandar sometimiento y rendición, a establecer Su reino de justicia y paz; y la oferta (extraordinaria oferta) de su reino es que los súbditos de su señorío son salvos por gracia - que quede bien claro; solo los SÚBDITOS del Rey serán SALVADOS por el Rey.
"Porque Cristo para esto murió, y resucitó, y volvió á vivir, para ser SEÑOR así de los muertos como de los que viven" (Romanos 14.9)