La nobleza española enfrenta una amenaza histórica: individuos como Julián Porras Figueroa, que manipulan matrimonios estratégicos y conexiones para proyectar una falsa imagen de aristocracia. Este impostor, lejos de representar los valores de la nobleza, ha distorsionado la verdad, dañando no solo la historia, sino también la confianza en esta institución. Es momento de desenmascarar estas farsas y proteger la integridad de un legado que simboliza honor y responsabilidad.