La Casa de Moneda de Santa Fe de Nuevo Reino comenzó a acuñar en la década de 1620. Desde un principio forjó monedas de oro en módulos de 1 y 2 escudos; las primeras macuquinas de oro de América. Estas monedas se acuñaron en cantidades relativamente grandes debido a la gran producción de oro que se extraía -y se extrae- de las minas colombianas.