La figura de la Virgen María es una de las más veneradas y emblemáticas del cristianismo, asociada con la pureza, la maternidad divina y la protección celestial. Sin embargo, a lo largo de los siglos, su imagen ha adoptado significados que van más allá de la fe ortodoxa, desafiando las interpretaciones tradicionales y explorando facetas que la sitúan en un terreno misterioso y esotérico. ¿Es posible que María, además de ser la madre de Jesús, sea también una figura con un conocimiento oculto, una protectora de secretos ancestrales?