Tras el fin del Gran Diluvio, cuando las aguas se retiraron y el arca se posó sobre el Monte Ararat, Noé y su familia emergieron a un mundo desolado, un lienzo en blanco listo para un nuevo comienzo. Bajo la promesa divina de un pacto eterno, sellado con el arcoíris, la humanidad debía reconstruir su futuro desde las cenizas de su pasado. Sin embargo, en este mundo renacido, las sombras de antiguas leyendas y los ecos de los Nephilim, los titanes caídos de antaño, persisten, desafiando la pureza del nuevo pacto.