Tenemos tanto miedo al cambio, que terminamos aferrados a mecanismos de defensa como el autoengaño, la resignación, la arrogancia o la pereza para no cuestionar las creencias con las que hemos creado nuestra realidad.
El miedo al cambio es algo que todos podemos llegar a experimentar, ya que es inevitable en nuestras vidas. Estemos conscientes o no, queramos aceptarlo o no, las cosas y la gente cambian.
¿Y que pasa con cada uno de nosotros frente al cambio? Ante estos cambios, nuestra forma "normal" de reaccionar (a la que estamos acostumbrados) ya no nos es útil, por lo que necesitamos buscar una nueva opción.
Cambiar significa modificar nuestra conducta o forma de interpretar una nueva situación. ¿Sabias que tu realidad es completamente modificable? Si, se modifica y transforma según tu interpretación o análisis de un hecho.
Entonces si imaginamos al cambio como un hecho, ¿Por qué el caos? ¿Para que te resistes? Si sientes que el cambio te hace entrar en vulnerabilidad, te paraliza y te causa esa sensación de pánico en tu interior: Lo estas interpretando de la forma equivocada.
"Yo soy así y así he sido siempre", "es muy difícil cambiar". Son las frases que nos repetimos a diario para justificar nuestro miedo al cambio, para no moverme y tener un fundamento del porque perfectamente claro (eso es lo que nos hacemos creer).