Paul Finkenbinder, conocido como el hermano Pablo, nació en Puerto Rico en 1921 y dedicó más de seis décadas a predicar el evangelio en Iberoamérica, dejando un legado de fe y dedicación. Aunque al principio dudó de su vocación, una experiencia transformadora en un devocional lo llevó a entregarse por completo al servicio de Dios. A pesar de enfrentar dificultades como la inseguridad y vivir en condiciones extremas, siempre encontró gozo en servir. Falleció en enero de 2012, después de 70 años de matrimonio con Linda, pero su legado sigue vivo. Sus enseñanzas sobre integridad, perseverancia y fe en Dios continúan inspirando a ministros y jóvenes. Como nos recordó, "el que persevere hasta el fin, ese será salvo" (Mateo 24:13).