La historia de Martín nos muestra cómo, en un accidente inesperado, experimentó una paz inexplicable tras el impacto que acabó con la vida de sus amigos. A pesar de estar en el lugar equivocado, Martín sintió la presencia de ángeles y comprendió que, aunque todo parecía perdido, la esperanza y la protección divina siempre están presentes. Un recordatorio de confiar en el poder de Dios, incluso en los momentos más oscuros.