Muchos jóvenes hoy enfrentan crisis profundas que los llevan a la desesperanza. Adrián fue uno de ellos, atrapado en vicios y vacío. Pero todo cambió cuando decidió darle una oportunidad a Dios. Su encuentro con Cristo transformó su vida por completo, trayendo libertad, paz y un nuevo propósito. Esta es una historia real de cambio, fe y esperanza, que te recuerda que nunca es tarde para empezar de nuevo. Como dice Juan 8:36: “Si el Hijo los hace libres, serán verdaderamente libres.”