Julio utilizaba las redes sociales para compartir fe, música y esperanza, pero en el camino perdió el equilibrio entre su ministerio digital y su hogar. Al darse cuenta de que no estaba priorizando ni a Dios ni a su familia, decidió hacer un cambio. Inspirado por 1 Timoteo 3:4-5, reenfocó su vida y redescubrió su llamado: impactar vidas sin descuidar lo más valioso. Esta es una historia de redención digital, propósito y prioridades que inspiran a vivir con intención en medio del ruido de las plataformas.