Óscar Medina superó dificultades familiares y emigración, encontrando en Dios y en la música su llamado. A pesar de ser subestimado al principio, decidió cantar para Dios y confiar en Él. Sus canciones han tocado miles de vidas, siendo instrumentos de sanidad emocional y espiritual. Su vida muestra el poder de entregar los talentos a Dios.