El pastor Jorge relata la historia de una familia fiel que enfrentó múltiples tragedias seguidas: enfermedad, robo y divorcio familiar. También recuerda a una creyente frustrada por el sufrimiento tras aceptar a Cristo. Su enseñanza enfatiza que las pruebas no son castigos, sino oportunidades para crecer, y que Dios siempre está presente, incluso en medio del dolor.