Zaqueo era rico, pero rechazado. Jefe de los recaudadores, su nombre era sinónimo de traición. Aun así, cuando supo que Jesús pasaba por Jericó, corrió y subió a un árbol para verlo. Jesús lo vio, lo llamó por su nombre y se hospedó en su casa. Ese encuentro lo transformó: Zaqueo decidió vivir con justicia y generosidad.Lucas 19:10 dice: “El Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido.”Nadie está fuera del alcance del amor de Dios. Jesús sigue llamando por nombre a quienes quieren ver más que de lejos.