Carmelo entrenó duro para su primer maratón, pero fue en el dolor del kilómetro 30 donde entendió que la carrera más importante no es solo física, sino espiritual. Inspirado por la fe, decidió correr con propósito eterno. ¿Y tú, por qué corres?
Carmelo entrenó duro para su primer maratón, pero fue en el dolor del kilómetro 30 donde entendió que la carrera más importante no es solo física, sino espiritual. Inspirado por la fe, decidió correr con propósito eterno. ¿Y tú, por qué corres?