Rut no hizo milagros ni lideró multitudes. Fue fiel en lo cotidiano: cuidó, trabajó, amó. Y Dios usó esa fidelidad para cumplir un propósito eterno.Como dice Rut 1:16: “Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios.”A veces pensamos que servir a Dios requiere cosas grandes, pero Él honra la fidelidad en lo pequeño.Sé fiel donde estás. Dios está escribiendo algo más grande de lo que imaginas.