Palabra de Dios: “Sigan por el camino que el Señor su Dios ha trazado para que vivan, prosperen y disfruten de larga vida en la tierra que van a poseer.” Deuteronomio 5:33

Perlas: Todos los mandamientos, estatutos, leyes o instrucciones de Dios son diseñadas por Dios para nosotros porque nos ama. Todo lo que Él nos pide que hagamos o que no hagamos es porque eso es exactamente lo mejor para nosotros.  Cuando Dios nos pide obediencia es porque obedecerlo a Él es lo mejor para nosotros. Si escogemos no obedecerlo, no amarlo, no respetarlo, Él sigue siendo Dios, Él nos sigue amando, Su corazón se duele, pero Él no deja de ser quién Él, ni Su amor tampoco deja de ser.

Responder al amor de Dios con amor por Él, eso es lo que Él anhela, lo anhela porque nos ama y conoce que si escogemos no amarlo (es decir, no tener temor de Dios ni obedecerlo) nos lleva a un camino de muerte y destrucción. Responder con amor, temor y obediencia, las tres respuestas entrelazadas, interdependientes, mutuamente incluyentes…no podemos practicar una o dos, y dejar otra por fuera; este es el camino angosto que nos conduce a la vida, hacia la semejanza de Cristo, hacia la victoria aquí en la tierra de los vivientes y en la eternidad. Amar a Dios como Él merece ser amado y como Él entiende el amor, es la llave que abre una vida llena de paz, luz, bendición, gozo, milagros…es la vida sobrenatural a la que Él nos llama, pero para vivirla tenemos que amarlo, honrarlo (temor de Dios) y obedecerlo.

Recuerda que la rebeldía y la desobediencia están conectadas con nuestra falta del confianza en Dios y demasiada confianza en nosotros mismos, lo cual nos lleva a convertirnos en nuestro propio dios. Necesitas lanzarnos en un viaje de conocer el corazón del Padre que tenemos, el cual solo tiene planes de bendición para nosotros Sus hijos. Necesitamos aprender a lanzarnos a obedecerlo aún cuando no entendemos, esto es fe, esto es confiar realmente en Dios. El termómetro para saber qué tanto realmente confiamos en Dios, se llama Obediencia.

En la Palabra de Dios, la fe y la obediencia están conectadas.una y otra vez. Las promesas de Dios están condicionadas a la obediencia, a que sigas las instrucciones que Él te da. Su amor no está condicionado, pero las bendiciones sí.

“El que atiende a la palabra prospera. ¡Dichoso el que confía en el Señor!” Proverbios 16:20 NVI

“El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende. Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él.” Salmos 34:7-8 NVI

“recibimos todo lo que pedimos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.” 1 Juan 3:22

“Teman al Señor, ustedes sus santos, pues nada les falta a los que le temen. Los leoncillos se debilitan y tienen hambre, pero a los que buscan al Señor nada les falta.” Salmos 34:9-10

Son tantas y tantas las promesas de bendición para aquellos que obedecen. Es importante leer la Biblia allí están contenidas todas Sus instrucciones y todas Sus promesas. Sé muy bien que muchas veces no entendemos lo que Dios nos pide y no lo queremos hacer. La verdadera obediencia se trata de obedecer sin entender, allí está el primer milagro, al cual lo seguirán muchos más. Por ejemplo, una persona traicionada, Dios le pide que perdone, que no se vengue y que bendiga a su enemigo. Eso no tiene sentido humanamente hablando. Una persona en medio de escasez financiera, Dios le pide que le devuelva el diez por ciento de sus ingresos. No tiene sentido. Pero Dios no espera que entendamos sino que confiemos en Él, y por consiguiente, le obedezcamos, para entonces desatar todas las promesas y bendiciones que están preparadas para los que confían en Él y le obedecen.