La gente gasta más dinero tratando de arreglarse el físico en lugar del corazón.
¿Qué pasa cuando somos parte de este culto a la belleza incanzable y eso nos vuelve esclavos de la opinión ajena?
Vivimos en un mundo en el que vestir a la moda es más importante que no tener cargas del pasado sobre la espalda.
¿De dónde nace todo esto?