Antes del pasaje de las Escrituras de hoy, En Marcos 8, el Señor les dijo a Sus discípulos que volvería a Dios después de completar su ministerio en el mundo, y que moriría y se levantaría al tercer día. Entonces Pedro intentó convencerle de que no lo hiciera, pero el Señor le reprendió. Después de este suceso vemos que en el capítulo 8 el Señor dice: «Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles». Marcos 9 habla de cuando Moisés y Elías se aparecieron y conversaron con Jesús. Este suceso aparece en otras partes de los Evangelios, específicamente en Mateo 17 y Lucas 9. Ahora debemos volver a Marcos 9, 2-4: «Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos. Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban con Jesús».