Queridos hermanos, no pueden imaginarse cuánto se separan nuestros corazones de Dios si no estamos en contacto con la obra de Dios y la Palabra de Dios aunque sea un solo día. Hoy me gustaría contarles las razones por las que debemos seguir la Palabra de Dios y hacer la obra de Dios todos los días. Cuando Dios le prometió a Abraham: “Seré tu fuerza y tu escudo. Y seré tu recompensa enorme” y Abraham contestó: “E heredero de mi casa es Eliazar de Damasco. Lo que me has dado, las fuerzas que me has concedido y la protección que me has dado serán bendiciones que tendré que dar a Eliazar”. ¿Qué contestó Dios a esto?