La carta a los efesios es un llamado profundo a descubrir que solo podemos vivir nuestra fe cristiana en comunidad. Allí es donde Dios reparte sus dones y gracias para construir y hacer crecer su Iglesia y, en ella, crecer hasta la plenitud. El evangelio nos narra la vocación de Mateo, a quien el Señor llama desde sus circunstancias, sin juzgarlo, y le hace experimentar su misericordia con el hecho de convocarlo a ser su discípulo, y es así como nos llama todos. ¡Maestro, haz que seamos canales de tu misericordia!