Estar constantemente en disposición de aprender para ir avanzando.
Si crees que ya lo sabes todo, no estás dejando espacio a más sabiduría.
Vive desde el aprendizaje y en la dirección de lo que quieres conseguir.
Pregunta a quienes ya han conseguido, eso que tú tanto deseas.
Invierte en formarte e informarte de contenidos que te hagan crecer tanto a nivel personal como espiritual.