durante la primera mitad del siglo pasado hacía milagros,

por lo que comenzó a ser venerada por los inadaptados de la ciudad de Lima: desde

pobladores de los barrios obreros que habían migrado de las zonas rurales del

país hasta miembros de la comunidad LGTBI marginados por el conservadurismo de

la sociedad.

Su figura nunca fue reconocida por la Iglesia Católica

(pese a que Sarita era creyente), pero sí ha sido reivindicada por la

productora de electrónica Sofia Kourtesis ya desde el principio de su

carrera. Esta limeña se mudó a Berlín antes de cumplir la mayoría de edad

para probar suerte en el cine, las casualidades la empujaron a la música y

hoy es una de las figuras más excitantes de la escena europea de clubes

nocturnos.

Sus primeros trabajos mostraban su gusto por el

house y la música de baile futurista con un aire tropical, todo ello impregnado

con sonidos ambientales: los de la selva del Amazonas o los vendedores

callejeros de su ciudad natal. Con este EP da un salto adelante sin olvidar

sus orígenes: en la portada (igual que en sus anteriores grabaciones) aparece

la representación más icónica de Sarita Colonia y el título hace referencia a

su madre (Fresia) y al barrio donde creció surfeando olas en Lima, Magdalena

del Mar. 

‘Fresia Magdalena’ es un homenaje a sus orígenes (el

mar y esa luz gris tan particular de Lima) y también a su papá, que murió

recientemente de leucemia. Todo ello está representado en cortes como ‘La

Perla’, quizá el primero en su carrera en el que su propia voz juega un papel

primordial, y en el cual nos invita a abandonarnos a la experiencia del

baile y su poder sanador. Junto a otras como Fernanda

Arrau y Tayhana, Sofia Kourtesis encabeza una escena de

mujeres latinoamericanas que están poniendo patas arriba la electrónica

contemporánea.

José Fajardo