Sin embargo, el pilar de las defensas de la ciudad eranr sus tripulaciones antiaéreas. Para 1943, había alrededor de 100 baterías en la capital y sus alrededores, cada una de las cuales contenía unidades de reflectores, radiotelemetría y, en promedio, entre 16 y 24 piezas de artillería individuales. Aunque se utilizó una variedad de armas, en el corazón de cada batería se encontraba el venerable cañón de 88 mm, conocido como acht-acht u "ocho-ocho".