
Sign up to save your podcasts
Or
El tema de hoy, Solo Cristo…Solo la Gracia.
Cuando somos movidos por Dios Espíritu Santo, entendemos que la salvación es un regalo de la gracia de Dios. Llevo años enseñando que Dios nos trata con gracia y misericordia. Con su mano de misericordia, Dios nos quita lo que merecemos, que es la muerte eterna. Y con su mano de gracia, Dios nos concede lo que no merecemos, que es la vida eterna. Vea las palabras de Pablo en Efesios, 2:8 al 10. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
Dios proveyó la salvación como un regalo. Su Espíritu nos lleva a aceptar por fe lo que Cristo ha provisto gratuitamente mediante su muerte en la Cruz. Jesús, el divino Hijo de Dios, ofreció su vida perfecta para expiar nuestros pecados.
La justicia divina exige una obediencia perfecta. La vida perfecta de Cristo sustituye nuestra vida imperfecta. La Ley divina que hemos quebrantado nos condena a la muerte eterna. La Biblia es clara. Con nuestras decisiones pecaminosas, no alcanzamos el ideal de Dios para nuestra vida. Hemos pecado. Abandonados a nuestra suerte, no podemos satisfacer las justas exigencias de un Dios santo. Como resultado, merecemos la muerte eterna. Pero hay buenas noticias. El apóstol Pablo nos asegura: “Porque la paga del pecado es la muerte, pero el don gratuito de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Rom. 6:23). Es un don inmerecido; si fuera por obras, nos la ganaríamos, y si hay una verdad que brilla en el evangelio es que no podemos ganarnos la salvación.
Send us a text
Support the show
Become a supporter of the On The Way - https://www.buzzsprout.com/2303964/support
El tema de hoy, Solo Cristo…Solo la Gracia.
Cuando somos movidos por Dios Espíritu Santo, entendemos que la salvación es un regalo de la gracia de Dios. Llevo años enseñando que Dios nos trata con gracia y misericordia. Con su mano de misericordia, Dios nos quita lo que merecemos, que es la muerte eterna. Y con su mano de gracia, Dios nos concede lo que no merecemos, que es la vida eterna. Vea las palabras de Pablo en Efesios, 2:8 al 10. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
Dios proveyó la salvación como un regalo. Su Espíritu nos lleva a aceptar por fe lo que Cristo ha provisto gratuitamente mediante su muerte en la Cruz. Jesús, el divino Hijo de Dios, ofreció su vida perfecta para expiar nuestros pecados.
La justicia divina exige una obediencia perfecta. La vida perfecta de Cristo sustituye nuestra vida imperfecta. La Ley divina que hemos quebrantado nos condena a la muerte eterna. La Biblia es clara. Con nuestras decisiones pecaminosas, no alcanzamos el ideal de Dios para nuestra vida. Hemos pecado. Abandonados a nuestra suerte, no podemos satisfacer las justas exigencias de un Dios santo. Como resultado, merecemos la muerte eterna. Pero hay buenas noticias. El apóstol Pablo nos asegura: “Porque la paga del pecado es la muerte, pero el don gratuito de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Rom. 6:23). Es un don inmerecido; si fuera por obras, nos la ganaríamos, y si hay una verdad que brilla en el evangelio es que no podemos ganarnos la salvación.
Send us a text
Support the show
Become a supporter of the On The Way - https://www.buzzsprout.com/2303964/support