Muchas veces y por mucho tiempo venimos a la iglesia por costumbre, por tradición o muchas veces así se nos fue inculcado, pero uno de los objetivos por el cual nos acercamos a la iglesia es porque queremos ver la plenitud de Dios en nuestras vidas, para esto se necesitan algunos requisitos y hay uno que es muy fundamental y no es portarse bien, obedecer o dar tu diezmo, no es así, son muchas de las cosas que conlleva ese único requisito y Dios es muy claro a través de la palabra.
Evangelizar es uno de los puntos fundamentales para que una iglesia esté viva, el que nosotros podamos compartir las buenas nuevas, muchas veces las buenas noticias que nosotros damos van acompañadas de dificultades, de problemas, de altas y bajas, pero algo que debemos hacer con estas cosas es que no solo las compartamos y las hablemos, sino también vivirlas nosotros mismos esas buenas noticias.
Dios tiene el poder para poder sanar, para poder dar una solución a tu economía, de restaurar un matrimonio, pero ese no es el motivo principal por el cual Dios quiere que te acerques a Él, Dios no buscó por ti solo por algo que te convenía, sino porque tiene un propósito para ti y para tu vida, muchas veces nosotros cuando damos estas buenas noticias nos aferramos a eso, a lo que Dios nos está llamando, a veces estando en la iglesia pero se nos olvida el por qué estamos ahí, y se nos olvida el por qué Dos nos esta llamando.
En diferentes ocasiones nosotros interponemos o ponemos puntos medios entre lo que Dios quiere para nosotros y lo que tenemos que hacer, o la obediencia que tenemos que hacer, debemos entender que, si no es con Dios, si no es su presencia delante de nosotros para guiarnos no hay necesidad de moverse, el único requisito para poder ver la gloria de Dios es poder morir, morir a ti mismo y es lo que necesitamos para poder transformar nuestra vida.