Siete miembros de la cúpula de las extintas FARC colombianas fueron condenados a penas restrictivas de la libertad, que no implican cárcel, además de trabajos, obras y actividades con "contenido restaurador". El tribunal de la JEP tardó más de siete años en dictar su primera sentencia, en medio de críticas de los detractores del acuerdo de paz por su laxitud con los exguerrilleros.