Antes de la cultura de la playlist; antes incluso de las
fiestas en los suburbios norteamericanos donde se intercambiaban música los DJs
de lo que acabaría siendo el hip-hop; antes de grabarle al amor de nuestras
vidas adolescente un CD Verbatim con las canciones que más representaban el
elixir de ese amor incandescente… antes de todo eso, estaba el movimiento
sonidero.
Un movimiento cultural y festivo que marcó la deriva de
la música tropical, pero también la cultura de baile en América Latina y, más
específicamente, de México, que generó una inesperada relación con Perú, uno de
los grandes semilleros de estilos, bandas e himnos imperecederos de música
tropical de las últimas décadas. La cumbia y la chicha peruana cruzó las
fronteras en los años ’60 y ’70 a territorio mexicano; pero es que los sonideros,
una aproximación de lo que ahora podemos conocer como “dj” o como “selectores
musicales” insuflaron el veneno de la cumbia sudamericana en toda la parte
superior del continente americano.
Infopesa, uno de los sellos que está
recuperando la facción más elemental de la música tropical peruana, ha
decidido hacer un ejercicio de archivística e historiografía cultural,
seleccionando, digitalizando y remasterizando algunos de los himnos claves de
la cumbia, la chicha y la guaracha peruana de los años ’70 que más sonaban en
los Sonideros mexicanos de los años ’70.
Canciones que se mueven en esa delicada frontera entre la
cumbia más bailonga, una psicodelia sin pretensión de serlo, una boutade
instrumental más atlética y una sensación de discoteca tocada que transmiten
canciones que han pasado a la historia de la cultura de baile latinoamericana
de las últimas décadas. Canciones bautizadas de otra manera por los
Sonideros mexicanos de la época, pero que, en este ejercicio de recuperación y
exhibición, relucen con un mejor sonido y con el talante e importancia que
estos himnos siempre han merecido.
Alan Queipo.